domingo, 14 de febrero de 2010

proyecto fotografía

La fotografía de moda está generalmente subestimada, y se la considera un mecanismo publicitario más. Y es así en muchos casos, en revistas como Vogue o en la mayoría de campañas publicitarias, donde el protagonismo de la fotografía lo tiene el producto, y el resto, la ambientación, solo sirve para hacer aun más apetecible la compra de este.

Pero ya desde los años 80, en Inglaterra, aparecieron revistas popularmente conocidas como “ani-vogue” (“i-D” o“The Face”, entre otras) que se dedicaban a fotografiar tendencias como algo ajeno a una marca o un mercado. Fotógrafos como Nick Knight o Juergen Teller reinventaron la clásica fotografía de moda, desarollando conceptos y creando una atmósfera en sus fotografías que dejaba la prenda como segundo eslabón del estilismo. Y es que existe algo previo que es dar forma a las ideas, como los temas de Bruce Weber, que apenas tienen estilismo, pero consiguen contarte una película en papel con un vaquero, unas nike antiguas y una taza de café.

Actualmente existen varias revistas donde se trabajan los editoriales de moda de esta manera, y para las que el estilismo es una manera de crear ambiente dentro de un producto puramente artístico, que evidentemente se hace con cierto ánimo de lucro, pero digamos que el mensaje directo no es que el lector compre sino presentar una idea, una estética, una tendencia. Algunos de mis referentes en este campo, son “Lula Magazine” o “ Material Girl”, que a parte de tratar la fotografía como anteriormente comentaba, son revistas que usan muy poca publicidad y cuidan mucho la imagen, consiguiendo crear un estilo y una personalidad propia, tanto a nivel conceptual como estético. Particularmente me siento atraída por el trabajo de Yelena Yemchuk, una fotógrafa ucraniana que trabaja frecuentemente para “Lula Magazine” y que consigue fotografías de una excelente calidad técnica, originales, y donde tanto el concepto como el estilo de la imagen están cuidados al detalle. En sus editoriales suele retratar a las modelos de forma muy natural, cuidando siempre la luz y el color, sin grandes excentricidades y conservando siempre cierta armonía. Con claros referentes de la fotografía pictorialista de principios de siglo, mezcla efectos de “flow” con los contrastes propios del retrato de estudio de los años 30. Su intención es conseguir naturalidad y frescura es una ambiente romántico contemporáneo.

Mi inspiración para este trabajo, se basa, a parte de los referentes de estilo fotográfico que he comentado, en las garçones y las bailarinas de cabaret de los años 20, retratadas al estilo de Alfred Cheney Johnston pero intentando hacer algo actual y contemporáneo.







3 comments:

thebrownbook dijo...

saps que m'encanta!
Muack.

Anna dijo...

Són precioses, m'encanten!!!
Anna

SaraMartinag dijo...

que maco! Bon treball nena!

S

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