Pequeña escapada a la capital en la semana de la moda. Maravilloso viaje e inesperada decepción con Cibeles y su aburrida ostentación.
Momentos únicos en el Retiro, Chueca, el Museo del Traje y en un improvisado concierto de jazz donde una tal Yoio nos cautivó entre tapas y cañas. También quinceañeras con bolsos de Chanel (espero que de sus madres) y largas esperas en los desfiles, rodeadas de aparatosos trajes de coctel a las diez de la mañana, mientras una manada de fotógrafos insaciables retrataban a las celebrities de turno que parecían ser más importantes que el trabajo de los diseñadores, que en su mayoría, y exceptuando a los jóvenes talentos del Ego, también dejaron mucho que desear.
Y es que si Cibeles representa la moda española, me temo que recupero la sangre asiática de mi abuela y me hago filipina.
Desde Barcelona, casi dos semanas después;
vega♥
Showroom EGO/Retiro/Teresa Helbig/Chueca/Delgado Buil