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Ha sido en Barcelona la Summer Edition del 080 Fashion Week, y por trabajo no fuí más que a hacer acto de presencia una fugaz mañana , que acabó siendo más placentera por reírnos con los "yo quiero esto" de Andrea en el showroom, por ir de rebajas vintage y por comer en el vietnamita con Marta. Porque aunque vivamos con energía y entusiasmo nuestra profesión, no sirve de mucho empaparse de desfiles y ambientes erótico-festivos si luego no hay nada más, si no existe una conexión con el mundo real, con el mundo banal, que realmente aporte esa pizca de humanidad que a la moda como concepto le falta.

En el bakstage de Desigual, la semana pasada, tuve una sensación parecida, fueron muchas horas de cansancio y calor, con las rodillas rojas de agacharme a poner zapatos, pero después, en la fiesta, ya con un ponche de frutas en la mano, resultaba gratificante el transcurso del día, porqué había estado haciendo lo que me gusta hacer, pero también porque me gustó con quien lo hice. 

Para todas las personas con las que comparto ilusión.

photos desfile Desigual.